Cómo germinar
Una de las ventajas de los germinados es que podemos producirlos y conservarlos en casa.
Lo primero que hay que hacer es poner en remojo las semillas unas horas. Como media, con 6 horas bastará. Lo mejor es que sean semillas de cultivo biológico que no hayan sido tostadas o congeladas. Después de este tiempo, se enjuagan y se ponen en un germinador. El germinador debe colocarse en un lugar cálido y oscuro. Si el germinador es manual, será necesario enjuagar los granos al menos dos o tres veces al día. Se puede poner el germinador debajo del grifo unos segundos. Esto lo tendremos que hacer unos 2 o 3 días hasta que empecemos a ver los brotes, si bien el tiempo de germinación depende de la variedad.
Si el germinador es automático, olvídate de lo anterior: el germinador se encargará de regar varias veces cada hora durante unos pocos segundos para asegurar que las semillas reciben todo el agua que necesitan. Sólo necesitas poner en el depósito la cantidad de agua suficiente.
Cuando los germinados tengan unos 2 cm de largo, se pondrá el germinado en un sitio luminoso, sin que le de el sol directamente para que las hojas vayan adquiriendo su color verde.
Una vez terminado el proceso de germinación. Los brotes se pueden guardar en la nevera donde se conservarán sin problema durante más o menos una semana, dependiendo de los casos.
En la siguiente secuencia puedes ver el proceso germinatovo de los rabanitos.
Tan pronto como las semillas entran en contacto con el agua se activa el proceso de germinación. Las semillas aumentan su tamaño y ganan volumen. Los nutrientes presentes en las semillas comienzan a actuar. Pequeños germinados aparecen desde el 2º día. El tiempo de germinación varía en cada variedad. Los germinados están listos cuando tienen 1-2 cm. Las semillas de vegetales tienen raíces largas y hojas verdes. En las judías, semillas y germinado son una misma unidad.
Semillas
Diversos autores han recopilado las indicaciones tanto terapéuticas como nutricionales de los germinados más consumidos.
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Alfalfa: es uno de los germinados más completos y más consumidos por su agradable sabor. Contiene vitaminas A, B, C, E y K además de calcio, magnesio, potasio, hierro, selenio y zinc y los aminoácidos más importantes. Es remineralizante y combate la fatiga y la debilidad.
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Berro: se le considera muy adecuado para combatir los síntomas de la fatiga primavera. Además de alcalinizar y depurar la sangre neutraliza el exceso de toxinas. También regula el metabolismo. Es rico en hierro, fósforo, manganeso, potasio, cobre, zinc, yodo, calcio y vitaminas A, B2, E y especialmente C.
IMPORTANTE: el berro es una semilla gelatinosa. Necesita escurrir bien cada vez que la reguemos para que no se produzca moho. Por eso le remondamos germinarla en germinadores manuales o bien en el germinador Fresh Life sin conectarlo a la red, porque lo regará con más abundancia de lo que esta semilla requiere.
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Garbanzo: germinados no producen gases durante la digestión. Son ricos en carbohidratos, fibra, calcio, proteínas, magnesio, potasio y vitaminas A y C.
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Guisantes: proporcionan clorofila, proteínas, carbohidratos, fibra, vitamina A, hierro, magnesio y potasio.
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Lentejas: en brotes retrasan el envejecimiento y son ricas en proteínas, vitamina C y hierro.
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Mostaza: es el germinado más picante. Adecuado para tratar trastornos digestivos como gastritis, enteritis, etc. Es rica en vitamina C, proteínas y lípidos.
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Girasol: ricas en proteínas, grasas insaturadas, vitaminas B y E, calcio, hierro, fósforo, potasio y magnesio.
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Rábano: útil para combatir digestiones pesadas y para calmar la tos. Contiene abundante clorofila.
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Soja verde (judía mungo): germinada contiene proteínas que dan lugar al aminoácido metionina, de efecto relajante. También fortalece el sistema nervioso y contribuye a rebajar el exceso de colesterol. Sus semillas germinadas son ricas en vitaminas A, C, hierro y potasio.
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Trigo: germinado tiene sabor dulce. Además es rico en proteínas, magnesio, fósforo y vitaminas B y E. Previene infecciones, remineraliza, regenera las células y sirve para tratar trastornos nerviosos.
- rúcula:
Normas generales de elaboración de germinados
Las semillas se lavan y se colocan en el frasco con agua (tres veces su volumen). La boca del frasco puede cubrirse con una tela delgada para que no entren los insectos.
El frasco se deja en un lugar obscuro y cálido: de 10 a 12 horas para la alfalfa, de 12 a 15 horas para las lentejas y soya.
Luego se escurre el agua (la tela evitará que salgan las semillas) y se enjuagan bien con agua tibia.
Se acomodan los granos a lo largo de la pared del frasco y se vuelven a colocar en un lugar oscuro y cálido, enjuagándolos dos o tres veces los primeros días y luego una vez al día.
Nota importante: unas 48 horas después de haber iniciado el remojo, las semillas ya están muy reblandecidas, por lo que su cocimiento se hará en mucho menor tiempo (y podrían ser no más de 10 minutos de hervor) y con un ahorro considerable de combustible.
Cuando los brotes tienen de 2 a 3 centímetros de largo se exponen a la luz solar indirecta por espacio de unas 2 horas para que las hojitas se pongan de color verde, o sea, para que se les forme la clorofila, con esto se favorece el aumento de Vitamina C y toman un sabor más agradable.
Mensaje para Oseillo:
ResponderEliminarEsto si es fácil, sumamente satisfactorio y además son muy saludables. Te lo recomiendo.
Saludos artesanos!
Bueno ya te digo que si fuera mi casa y estuviera solo, probaria de llevar a cabo mas de una de todas las sugerencias que aqui publicas y que en otros momentos me has echo, por que interes ahi, lo que no me es posible debido al entorno en que me encuentro, pero todo se andara, de momento me queda el papel de conejillo de indias.
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